Por David Acosta
CHETUMAL, QR.- El futuro político de la presidenta municipal de Yensunni Martínez Hernández pende de un hilo. Mientras más se acerca el inicio del proceso electoral, el nivel de desesperación aumenta, ella lo sabe, no es la favorita.
Su propia gente se ha encargado de desenmascarar a la actual alcaldesa con sus ínfulas de trabajadora. Solo basta ver la realidad del municipio, bueno con Chetumal es suficiente, para darse cuenta del nivel de crisis que hay en todos los sentidos.
Por eso armó todo un circo para deshacerse su secretario general, Adrián Sánchez Domínguez.
Con todo y que no lo dejó operar, el exfuncionario logró posicionarse entre la gente principalmente de las comunidades. Yensunni se encargó de apartarlo del ayuntamiento.
Antes de que Sánchez Domínguez renunciara, intentó destituirlo y encargó a Jorge Herrera Aguilar, quinto regidor, el “maquiavélico” plan para convencer a los otros 14 concejales.
Este regidor no pudo con la encomienda y tuvo que ser Yensunni la que intentara persuadir (léase obligar) a los integrantes del cabildo para que votaran a favor de la destitución. Ahí fue donde se vio el poder de esta funcionaria municipal, pues no pudo lograr la mayoría para su objetivo.
Intentó culpar a Sánchez Domínguez del caso de corrupción y nepotismo de la alcaldesa, Cristina Amairany Gómez Nic, de la comunidad de Nicolás Bravo.
Ahora se sabe que ella misma fue quien se autosaboteó y que terminó por empeorar todo, pues se trata de su amiga, casi rogó para que la dejaran en el cargo, pero acabó corrida. Pese a ello, quiere poner a la exfuncionaria de Nicolás Bravo como regidora en el próximo proceso electoral.
Ante el panorama, a Yensunni, no le quedó más que negociar y acceder a las condiciones de Sánchez Domínguez para que entregara su renuncia. Es decir, el cordero terminó disparando a la cazadora.
La salida de Adrián no significa que se quedará quieto, por el contrario le abrió la puerta en lugar de cortarle las alas.
Pese a su fracaso en el encargo, el regidor Jorge Herrera tuvo premio, ser por una hora secretario general del Ayuntamiento, durante la sesión extreordinaria en el que se nombró a Óscar Luis Dzib Cocom como sustituto de Adrián Sánchez Domínguez. Hasta risas y burlas hubo.
Todo este circo de presiones y traiciones también obedece, a que Yensunni Martínez tuvo conocimiento de que en la lista de aspirantes de Morena, a la candidatura para la presidencia municipal en el próximo proceso electoral, figura el nombre del ahora exsecretario del Ayuntamiento.
No es de Sánchez Domínguez de quien debiera preocuparse más, sino de Irazú Sarabia May, quien se ha convertido en la favorita para sucederla en el cargo, que no supo aprovechar para tener la garantía de reelección.
En su círculo cercano ya se sabe que Yensunni Martínez ha caído de la gracia de la gobernadora Mara Lezama y por eso se esmeró en el acarreo en su segundo informe.
Bueno su equipo ya la anda traicionando a estas alturas y asegura que sí viajó a Miami para celebrar su cumpleaños, con recursos públicos, un día después de su fiesta en Calderitas, evento en el que surgió la foto polémica que propició cientos de memes. Tras el escándalo tuvo que adelantar su paseo por los United States of America.
Payo Obispo
Yensunni Martínez está temerosa, faltan tres meses y medio para el proceso electoral. El tiempo se le ha ido entre las manos y no sabe a quién recurrir, las fotos con el presidente Andrés Manuel López Obrador y con Mara Lezama, no le servirán.
Sus tropiezos la han llevado hasta ventilar aspectos familiares y explicaciones en transmisiones en vivo, que a pocos le interesan.
Si por algo será recordada la actual presidenta municipal es por sus tres días de “fiesta” en el 2022, sus viajes a Miami, su vida personal y su foto polémica.
A estas alturas, lo poco que haya hecho por el municipio o lo que vaya a realizar en su último año de gestión pasará de noche.