Por David Acosta
Las prácticas priistas no solo se niegan a desaparecer en la Cuarta Transformación, sino que van en aumento. En el Segundo Informe de Gobierno de Yensunni Martínez Hernández, destacó el acarreo y no los incipientes resultados. El insoportable calor y el exceso de gente en el lugar provocó el desmayo de un menor de edad.
De inicio se realizó en el lugar más ostentoso de Chetumal, el Centro Internacional de Negocios y Convenciones, en donde desde lejos se notó el gasto millonario que ni siquiera la gobernadora Mara Lezama aplicó en su Primer Informe.
La rendición de cuentas de Martínez Hernández no se trató de resultados, sino de lucimiento personal. Se preocupó que el lugar se llenara a como diera lugar.
Como ya es su costumbre el Sindicato de Choferes de Automóviles de Alquiler (Suchaa) fue parte de la operación y el premio fue poner a su líder Julio César Castilla Zapata, alias “Durazo”, en la segunda fila del evento.
No solo se acarreó a niños, niñas, mujeres, hombres y adultos mayores de colonias y comunidades, sino que obligó a los propios trabajadores de la comuna, quienes ni tardo ni perezosos se quejaron.
Si no fuera suficiente, los asistentes tuvieron que soportar por más de cinco horas el intenso calor en el interior del recinto, en el que se realizó la Sesión Solemne de Cabildo del Segundo Informe.

Lo cual tuvo su consecuencia, pues un niño acabó por desplomarse en pleno evento y tuvo que ser atendido en el suelo, a un costado de a entrada D del recinto.
La incomodidad por el calor era evidente en el edificio, decenas de personas se echaban aire con papeles, cartones, telas y hasta abanicos artesanales.
Los principales problemas al parecer quedarán para una próxima administración. Aunque pese a los resultados Yensunni Martínez ya busca la reelección.
Los pendientes más apremiantes en específico son: seguridad pública, servicios públicos municipales, desarrollo social y economía.
En seguridad pública no hay ni idea que es lo que se tiene que hacer, las únicas 21 patrullas funcionales son las que entregó el gobierno del estado. No se tiene al personal suficiente, apenas rebasan los 200, y se depende casi en su totalidad en el rubro, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (que tampoco canta mal las rancheras).
El principal problema en los servicios públicos es la recoja de basura, no se ha podido dar una solución integral. Solo se cuenta con 14 camiones, la mayoría no se encuentra en buen estado y sirven para prestar servicio a 149 colonias en la ciudad y 10 comunidades; que producen más de 400 toneladas de desperdicios solidos que van a parar al tiradero en cielo abierto y que representa una grave fuente de contaminación. Ni hablar de la selva en los camellones y la suciedad en las calles, sobre todo en las colonias populares.
En desarrollo social más allá de las despensas, no se ha podido avanzar, el 43.8 por ciento de la población, equivalente a más de 105 mil othonenses están en pobreza y alrededor de 10 mil en pobreza extrema, según datos de la Secretaría del Bienestar.
En economía se presumió el registro de más de cinco mil nuevas empresas, los propios líderes empresariales locales, que estuvieron en primera fila, han señalado un problema cíclico el cierre de negocios y el registro con un nuevo giro (es decir un nuevo intento). Pero de eso no se habló en el informe.
Chetumal no ha logrado brillar, solo paliativos y eventos que no resuelven la crisis económica y que no van hacia “ese municipio que quiere Yensunni y sus seguidores”.
Las pésimas calles, baches y desfondes son el pan de cada día en esta ciudad, máxime en la temporada de lluvias.
Los viajes al extranjero a recibir premios inmerecidos como el de Miami, con recursos del erario no darán resultado. Tampoco los viajes a la feria de turismo, hasta que alguien genere un proyecto real.
Las mas de 24 mil luminarias que también presumió se echan a perder y han sido blanco de críticas de ciudadanos, a quienes la alcaldesa ha contestado en forma de burla.
No es acarreando gente como se va a lograr la dignificación de este municipio, menos con discursos demaagógicos y cifras alegres. La misma sociedad señala que no es la imagen del municipio la que ha cambiado, sino su imagen personal, pero sin ningún beneficio social.
El informe ocurrió en medio de un conflicto político, en donde el que parece perdedor es el secretario del Ayuntamiento, Adrián Sánchez Domínguez.
En estos momentos su exjefe, Otoniel Segovia, que no acudió al evento, debe estar retorciéndose de risa.